AUTORIDAD Y RESPONSABILIDAD

Tema 17: AUTORIDAD Y RESPONSABILIDAD
Capítulo 02: PRINCIPIOS BÁSICOS DEL REINO
Serie: EL REINO DE DIOS

Los reinos del mundo han venido a ser de nuestro Señor y de su Cristo; y él reinará por los siglos de los siglos (Apocalipsis 11.15).
Y sometió todas las cosas bajo sus pies, y lo dio por cabeza sobre todas las cosas a la iglesia, la cual es su cuerpo, la plenitud de Aquel que todo lo llena en todo (Efesios 1.22-23).

“La autoridad que el Padre nos imparte conlleva la responsabilidad de un rey”

PRINCIPIOS
1- El reino del cual formamos parte es tan poderoso que no debemos temer a ninguna potencial oposición. Los hombres y mujeres del reino dicen: Que vengan esos problemas, y avanzaremos por encima de ellos. Nuestro reino no huye y no se retira; nuestro reino permanece firme, avanza y arrolla. Jesús conquistó en la cruz del Calvario esa autoridad que nos delega como reyes del reino. Jesús dice: Toda potestad me es dada en el cielo y en la tierra. Por tanto, id… (Mateo 28.18-29). Jesús reconoce que toda la autoridad que ha logrado por la victoria sobre las tinieblas las puede impartir sobre los ciudadanos del reino para ejercerla en el llamado que hemos recibido.

2- La muerte de Jesús en la cruz fue realmente un medio para un fin. El Calvario se convirtió en una fuente de limpieza y restauración. Todo aquel que tomara de esta fuente, sería limpiado de la inmundicia de vivir bajo los sistemas o reinos de este mundo. Esta purificación los prepararía para recibir el poder del Espíritu Santo para tener dominio como Jesús lo hizo en su caminar en este mundo. Luego de que su obra estuvo consumada, Jesús se les apareció a sus discípulos y les dejó su comisión: ¡La paz sea con ustedes! Como el Padre me envió a mí, así yo los envío a ustedes (Juan 20:21). Luego de anunciarles su tarea, sopló sobre ellos y les dijo: Reciban el Espíritu Santo (Ver. 22).

3- Con el proceso de limpieza completado y ahora llenos del poder del Espíritu Santo, los discípulos estaban listos para avanzar como sus embajadores, llevando su reino a todo el mundo. Ser reyes en el reino conlleva una gran responsabilidad. El Padre ha dispuesto un ejército sin igual, no somos esclavos, no tenemos mente de esclavos, tenemos los recursos de un rey para actuar como rey. Ese privilegio es impresionante, Jesús dijo que haríamos las cosas que él hizo en la Tierra, y aún mayores. Estamos para cumplir con las encomiendas de Dios para nuestras vidas y para este planeta. ¡Somos comisionados a establecer!

4- Ser un embajador de Cristo es un privilegio maravilloso, pero también implica tremendas responsabilidades, por ejemplo:

  • Hablar las palabras del Rey
  • Ocuparse solo de los intereses del Rey
  • Hablar solo en nombre de su gobierno
  • Mantener la conexión y comunicación con el Rey
  • Llevar a cabo las políticas establecidas por el Rey

Aunque nuestro llamado a ser embajadores del rey del universo parece ser abrumador, la presión de esa responsabilidad es aliviada de algún modo una vez que nos damos cuenta de que solamente tenemos que preocupamos por hablar las palabras de nuestro Rey. Jesús siguió esa dirección sin excepciones, lo cual es la razón por la que fue tan exitoso en su ministerio terrenal. Él afirmó: Cuando hayan levantado al Hijo del hombre, sabrán ustedes que yo soy, y que no hago nada por mi propia cuenta, sino que hablo conforme a lo que el Padre me ha enseñado (Juan 8:28); “Mi Padre aun hoy está trabajando, y yo también trabajo. Ciertamente les aseguro que el hijo no puede hacer nada por su propia cuenta, sino solamente lo que ve que su padre hace, porque cualquier cosa que hace el padre, la hace también el hijo (Juan 5:17,19).

APLICACIÓN
Como embajadores de Cristo, deberíamos preocupamos tan solo por los intereses de nuestro Rey. Todo lo que decimos o hacemos debe reflejar su deseo y propósito. Nuestra opinión personal no cuenta. En el mundo de la diplomacia, un embajador nunca expresa su opinión. Es absolutamente impropio que exprese su opinión personal, mientras actúa en su investidura oficial como representante y vocero de su gobierno. Un embajador que traspasa la línea y entra al territorio de lo personal, pone en peligro la reputación de su nación y posiblemente su seguridad, y se expone a una posible censura y retirada.

Un embajador que entiende su rol tan solo comunicará la posición de su gobierno, independientemente de su punto de vista. No es distinto en el reino de Dios. Como embajadores de nuestro Rey, nuestra opinión no es importante. La única opinión que importa es la del Rey. A menudo los creyentes nos metemos en problemas porque estamos demasiado acostumbrados a dar nuestra opinión personal en lugar de ver lo que el Rey dice y acabamos presentando nuestros pensamientos e ideas como si fueran sus opiniones, y por lo tanto, creamos confusión en la Iglesia y en el mundo.

DECLARACIÓN DE FE
Hoy decido convertirme en el rey que mi Padre esta pensando que debo de ser. A partir de hoy estaré atento en escuchar su voz y hacer lo que él me esta demandando. Voy a convertirme en un rey con la autoridad y la responsabilidad que conlleva. Sé que Dios esta conmigo para lograrlo. Amén!

ORACIÓN
Dios eterno, Padre maravilloso, estoy listo para obedecer tus instrucciones, quiero cumplir el llamado que me has hecho para gobernar en este mundo. Nada me puede detener en mi destino porque sé que estás conmigo para lograrlo, ayúdame con sabiduría para lograr todo lo que me has dicho que haga. Amén!

Con amor… Dr. José Félix!

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