LIBERANDO LA CULPA

Tema 13: LIBERANDO LA CULPA
Capítulo 6: SALUD INTEGRAL
Serie: SABIDURÍA PARA VIVIR

…el acusador de nuestros hermanos, el que los acusaba delante de nuestro Dios día y noche (Apocalipsis 12:10).

PRINCIPIOS
1- La culpabilidad puede ser una compañera enviada por Dios que le habla al oído con la verdad y lo motiva a arrepentirse y a ser libre, pero la falsa culpa es un enemigo cruel que se encuentran dentro de nosotros y que no nos hace más piadosos, sino que nos hace sentir una tristeza superficial que produce depresión, angustia, impotencia y frustración. Porque la tristeza que es según Dios produce arrepentimiento para salvación, de que no hay que arrepentirse; pero la tristeza del mundo produce muerte (2Corintios 7:10).
Según la palabra hebrea asham, existen tres dimensiones de la verdadera culpa:

  • Culpa significa haber fallado, merece un castigo y demanda un sacrificio.
  • La culpa verdadera es un pecado cometido contra Dios.
  • Cuando pecamos nos sentimos culpables, y debemos pagar una penalidad por nuestra falta con objeto de restaurar nuestro compañerismo con Dios.
    Después que David adulteró con Betsabé, clamó a Dios diciendo: Contra ti, contra ti solo he pecado, y he hecho lo malo delante de tus ojos (Salmos 51:4).

2- La culpabilidad verdadera es resultado del pecado. En el principio, Dios creó al hombre y la mujer a su imagen. Esto significa que fuimos diseñados para reflejar el carácter divino en todo lo que hacemos. Por tanto, la culpa resulta de cualquier acto que cometemos contra lo que es Dios. Esos actos son una afrenta para el Señor y él los considera pecados. David confesó: Yo he pecado gravemente por haber hecho esto; mas ahora, oh Jehová, te ruego que quites el pecado de tu siervo, porque yo he hecho muy neciamente (2Samuel 24:10).
La culpabilidad es la condición en que estamos cuando pecamos. La culpa es un hecho, no un sentimiento. Todos somos culpables porque hemos fallado. La Biblia hace hincapié en que todos somos responsables de nuestro comportamiento y en última instancia, daremos cuentas a Dios. Esto se aplica a la vida cotidiana.

3- La culpa falsa se basa en sentimientos que nos condenan porque no hemos cumplido con las expectativas que teníamos o que otros tenían de nosotros.

  • La culpa falsa surge cuando usted se condena a sí mismo aunque no haya hecho nada malo o cuando se sigue culpando aun después de haber confesado y abandonado su pecado.
  • La culpa falsa lo mantiene esclavizado bajo tres armas poderosas la VERGÜENZA, el TEMOR y el ENOJO.
    Es irónico que la confesión no resuelva la culpa falsa. Apocalipsis 12:10 dice que Satanás es “el acusador de nuestros hermanos”. A él le encanta poner sobre los creyentes el peso de la culpa falsa y la auto condena. Algunas de sus estrategias favoritas son: Traer a memoria el pasado, recordarnos nuestros fracasos, y convencernos de que Dios no puede perdonarnos ni aceptarnos… el acusador de nuestros hermanos, el que los acusaba delante de nuestro Dios día y noche (Apocalipsis 12:10).

4- La culpa y la vergüenza no son lo mismo. La vergüenza es una emoción dolorosa provocada por un sentido de culpabilidad muy fuerte. La vergüenza se experimenta cuando la culpabilidad nos empuja a sentirnos que somos malos. La vergüenza no se basa en lo que hacemos sino en lo que somos. Esto provoca el sentirnos devaluados en lo que somos, un constante temor a ser abandonados y rechazados. Las cicatrices provocadas por la vergüenza son terribles y pueden durar toda la vida. Si fuere malo, ¡ay de mí! Y si fuere justo, no levantaré mi cabeza (Job 10:15).
La vergüenza y el temor son parientes cercanos y se originan cuando se recibe una disciplina muy rígida y se muestran actitudes degradantes. El miedo surge sin ser notado como producto de la culpa falsa. Siempre que la vergüenza nos amenaza también experimentamos el miedo por no ser dignos, al rechazo, al castigo, a la soledad. Sin embargo sabemos que la Escritura dice: Dios es amor… En el amor no hay temor, sino que el perfecto amor echa fuera el temor; porque el temor lleva en sí castigo. De donde el que teme, no ha sido perfeccionado en el amor (1 Juan 4:16-18).

5- ¿Qué tiene que ver el enojo con la culpa? El enojo es la forma normal en que combatimos los sentimientos de culpa. Ésta última se pone en contacto con nuestra antena emocional y nos envía mensajes de vergüenza. Cuando la avergüenza viene por algo malo que se hizo, aflora la temida amenaza de rechazo, y el enojo se convierte en el arma más cercana para atacar a las personas que descubren la falta, o lo que se siente como peligro.
El papel que juega el enojo para desbaratar las relaciones es aún menos evidente. Puesto que la ira es una emoción amenazante y peligrosa, a menudo tratamos de esconderla manteniendo el control de las cosas. La necesidad de controlar lo que nos rodea provocada por el enojo escondido es donde la culpa falsa surge como el enemigo más manipulador y engañoso para convertirnos en destructores.

APLICACIÓN
¿Cómo nos deshacemos de la culpa falsa? En primer lugar, debemos trabajar en nuestra conciencia, liberarla de toda contaminación para discernir lo que es correcto y trabajar de la mano del Espíritu Santo en practicar la verdad como un principio de vida en el diario vivir.
En segundo lugar, la culpa viene cuando no cumplimos con nuestras expectativas, entonces, debemos trabajar en planes reales y que podamos cumplir, evaluar nuestro desarrollo desde el perfil de nuestra competencia real.
En tercer lugar, una raíz de la culpa falsa son los sentimientos inexactos que han tomado el control de nuestros procesos de pensamiento. Esos patrones de pensamiento y en última instancia nuestro sistema principal de convicciones, dañan nuestro concepto de Dios. La respuesta es afianzar fuertemente los principios y valores del reino de Dios para caminar en su justicia de manera permanente.

ORACIÓN
Señor amado, hoy estoy clamando por mi liberación de la culpa, se que debo cambiar mi perspectiva de la vida y la forma como enfrento mi futuro. Necesito de tu ayuda para lograr avanzar en un mundo imperfecto que siempre estará para desviarme de mis principios y valores, pero estoy dispuesto a a crecer y avanzar tomado de tu mano poderosa. Gracias por permitirme ver tu gloria manifestada en mi vida. Caminaré firme hacia mi destino sabiendo tu estás conmigo. Amen!!

Con amor… Dr. José Félix!!

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