LA JUSTICIA DEL APÓSTOL
¿Cómo identificamos los verdaderos apóstoles?
Uno de los temas más intenso en la manifestación de la gracia es la justicia. Porque en el evangelio la justicia de Dios se revela por fe y para fe, como está escrito: Mas el justo por la fe vivirá (Romanos 1.17). Se usa la palabra griega dikaiosúne que se traduce como equidad de carácter o acto. La raíz griega díkaios se traduce como equitativo, inocente, santo, justo. Traducimos Díke como derecho, recto.
Hablar de rectitud es marcar una línea por donde vamos a caminar, decimos que somos rectos porque caminamos sobre esa línea trazada. Dios ha diseñado la línea para nosotros, les llamamos principios, valores, leyes, estatutos.
Cuando caminamos sobre ellos decimos que caminamos derecho. Pablo dijo que los ministros del diablo se disfrazan como ministros de justicia (2Corintios 11.15).
El disfraz es que tratan de imitar la verdadera justicia de Dios. ¡Parecen, pero no son!
Los “apóstolos” enviados por Roma eran embajadores que tenían la función de aplicar la justicia romana, llegaban con leyes que tenían que aplicar, regularmente lo hacían en un parlamento o asamblea donde todos tenían que aprobar las decisiones JUSTAS de los embajadores.
Los apóstoles de hoy deben ser llenos de frutos de justicia (Filipenses 1.11). ¡Sus acciones tienen que estar apegadas a la regla de Dios!
Porque el reino de Dios no es comida ni bebida, sino justicia, paz y gozo en el Espíritu Santo (Romanos 14.17). ¡El reino de Dios es justicia! Hoy hablamos de la operación del reino de Dios en medio nuestro, lo manifestamos en la vida diaria por la justicia qué practicamos.
Los que iban a la cabeza de la Ekklesia era el apóstolos dando evidencia de una manera de conducirse, y un grupo de ancianos romanos que evidenciaban la cultura romana con sus leyes, hábitos, tradiciones.
Entendemos que los cinco dones del hijo de Efesios 4 no son operados de una manera jerárquica, sino de servicio los unos con los otros. Jesús se dio cuenta que los discípulos estaban discutiendo de quién sería el mayor. La respuesta de Jesús fue:
Si alguno quiere ser el primero, será el postrero de todos, y el servidor de todos (Marcos 9.35). La justicia se manifiesta en el servicio a los demás. El fundamento va abajo del edificio, los apóstoles deben sostener la estructura con un espíritu de servicio en amor por la Ekklesia.
JUSTICIA MAYOR
De hecho Jesús les dijo a sus apóstoles que si su justicia no fuere mayor que la de los escribas y fariseos, no entrarían en el reino de los cielos (Mateo 5.20).
Dios requiere que los apóstoles vivan una justicia mayor, el cumplimiento de los principios del reino debe ser permanente y visible en su manera de vivir. ¡Somos libros abiertos!
En Romanos 5.17, el apóstol dice que recibimos el don de la justicia. La versión NTV dice: el regalo de su justicia. Entonces podemos ver la justicia de Dios como un regalo que nos permite caminar en los niveles de Jesús.
Dios mismo aumentará los frutos de nuestra justicia (2Corintios 9.10) con el fin de que manifestemos su reino al mundo.
Pablo fue llevado ante el procurador Félix, quien fue un esclavo libertado de la casa de Claudio y hermano de Pallas, favorito del emperador. Se casó tres veces y se emparentó con los Herodes por su unión ilícita con la hermosa Drusila, hermana de Agripa II. El historiador Tácito lo enjuicia con gran severidad: Con toda clase de crueldad y de disolución, ejerció el poder de un rey con alma de esclavo.
El relato de Hechos 24 confirma ese retrato y destaca su codicia (v. 26) y su desprecio por la justicia (Hechos 24.22-27). Pero al disertar Pablo acerca de la justicia, del dominio propio y del juicio venidero, Félix se espantó, y dijo: Ahora vete; pero cuando tenga oportunidad te llamaré (Hechos 24.25). ¿Por qué este hombre se espantó? ¡Porque la justicia de Dios es pura, recta, obviamente diferente a la justicia del ser humano!
¿Podemos identificar los apóstoles de hoy? SI, por la aplicación de la JUSTICIA.
Con amor… #drjosefelixcoronel