INTIMIDAD

Tema 21: INTIMIDAD

Capítulo 01: ESCOGIDOS

Serie: UNCIÓN

Cuando ores, entra en tu aposento, y cerrada la puerta, ora a tu Padre que está en secreto (Mateo 6:6).

“No debes ser santo para recibirle, la presencia de Dios te ayuda a ser santo”

PRINCIPIOS

1- La unción que recibimos del Señor no es producto de lo que hagamos por obtenerla, sino de su intenso deseo de dártela, nuestra búsqueda permanente y el tiempo de intimidad en su presencia determinan el poder de su gloria en nuestras vidas. No es por lo que somos o tenemos, sino porque nos ama y su presencia siendo un tesoro de incalculable valor, nos la dará solamente si la deseamos y apreciamos.

2- El Espíritu Santo quiere rodearnos y nos buscará donde quiera que nos encontremos. Tu presencia me envuelve por completo; la palma de tu mano reposa sobre mí (Salmos 139:5; RVC). No importa cuánto intentemos escondernos o huir, aún no existe el lugar donde su presencia no pueda encontrarnos. Dios literalmente está persiguiéndonos para transformarnos. Por tanto, nosotros todos, mirando a cara descubierta como en un espejo la gloria del Señor, somos transformados de gloria en gloria en la misma imagen, como por el Espíritu del Señor (2Corintios 3.18).

3- Si deseamos tener su presencia en nuestra vida, lo primero que debemos hacer es dejar que su aceite fresco caiga desde la cabeza a los pies  y de adentro hacia afuera. Debemos permitir que la presencia del Señor nos transforme para luego buscar en su intimidad la unción que nos permita ayudar a cambiar a otros. ¡No hay nada tan maravilloso como dejar que el Espíritu Santo obre en nosotros y nos transforme!

4- El profeta Isaías en su búsqueda de respuesta fue trasformado en la presencia de Dios antes de poder decir: «Heme aquí, envíame a mí». Su boca, su lengua, todo su ser cambió ante la gloria del Señor. Al estar en su presencia sintió un miedo de muerte y su pecado le fue revelado. Podemos ver con claridad el proceso: La presencia de Dios lo rodeó, un ser angelical bajó del trono de Dios y tomó un carbón encendido para transformarlo. ¡Esto solo lo podemos experimentar en la intimidad de su presencia!

APLICACIÓN

Los hijos de Dios que son transformadas son gente de oración que mantienen una comunión e intimidad con él. No solamente estudian la Palabra, sino que pasan tiempo ante su presencia. Porque mejor es un día en tus atrios que mil fuera de ellos (Salmos 84:10).

DECLARACIÓN DE FE

El secreto de su gloria es mantenerme en su presencia, ahí estaré hoy y siempre. Amén.

ORACIÓN

Dios mío, mi alto refugio y mi escondedero, solo en ti he encontrado la sanidad para mi alma y las fuerzas que requiero para seguir adelante, tu palabra dice que eres el único que puede levantarme y posicionarme en la roca más alta, ahí quiero estar. Amén.

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