Tema 18: EL NUEVO ORDEN
Capítulo 02: PRINCIPIOS BÁSICOS DEL REINO
Serie: EL REINO DE DIOS
Después de esto, derramaré mi Espíritu sobre todo el género humano. Los hijos y las hijas de ustedes profetizarán, tendrán sueños los ancianos y visiones los jóvenes. En esos días derramaré mi Espíritu aun sobre los siervos y las siervas (Joel 2:28-29).
“Una nueva raza con un nuevo orden”
PRINCIPIOS
1- Aunque ninguno de los profetas del AT experimentó el Espíritu Santo como una presencia interior, algunos de ellos sí recibieron vislumbres de esta relación futura. El profeta Joel describió ese derramamiento de poder sobre lo que sería la nueva raza, la “nación santa”. Después de Malaquías, el último profeta del Antiguo Testamento, hubo un período de cuatrocientos años conocido como “los años de silencio”, donde no hubo voz profética en Israel. Este silencio profético llegó a su fin cuando Juan el Bautista apareció en el desierto, predicando un mensaje de arrepentimiento y proclamando que el Mesías venía pronto.
2- Aunque Juan aparece en los cuatro Evangelios del NT, en realidad él era el último de los profetas del AT. Su muerte bajo la orden de Herodes Antipas y el comienzo del ministerio público de Jesús marcaron el fin de una era y el inicio de otra. Más específicamente hablando, el bautismo de Jesús por parte de Juan fue el punto de transferencia. Desde ese momento en adelante, un nuevo orden, el reino de Dios, sería establecido. La ley y los profetas se proclamaron hasta Juan. Desde entonces se anuncian las buenas nuevas del reino de Dios, y todos se esfuerzan por entrar en él (Lucas 16:16).
3- Aún siendo tan grandioso como lo fue, Juan todavía representaba el viejo orden. La llegada de Jesús inauguró un período mayor, el período del reino de los cielos en la Tierra. Jesús mismo dijo: De cierto os digo: Entre los que nacen de mujer no se ha levantado otro mayor que Juan el Bautista; pero el más pequeño en el reino de los cielos, mayor es que él. Desde los días de Juan el Bautista hasta ahora, el reino de los cielos sufre violencia, y los violentos lo arrebatan (Mateo 11:11-12).
4- Desde los días de Juan el Bautista, el reino ha estado avanzando con “violencia” hasta que llegó Jesús. Antes de Juan, el reino nunca había estado presente en la Tierra en un estado tan poderoso y visible como sucedió desde la venida de Jesús. Nadie desde Abraham hasta Juan entendió claramente el reino. Ellos hablaban acerca de él y profetizaban sobre él. Tenían pequeñas pistas del futuro, pero nunca vieron su manifestación en sus días.
5- Juan el Bautista predicó sobre el Reino, pero ni siquiera él percibió acertadamente todas las implicancias de su propio mensaje. Él presenció su venida en la persona de Jesús, pero nunca entró plenamente en él. Juan era un profeta del AT con una revelación del NT. Él introdujo al Rey que había de re-introducir el reino, pero nunca lo experimentó por sí mismo.
APLICACIÓN
El reino era una nueva era para un nuevo orden, y Juan estaba muriendo junto con la antigua, una acto profético muy visible para establecer lo nuevo y dejar ir lo viejo. Él nunca recibió al Espíritu Santo. Vio al Espíritu venir sobre Jesús en su bautismo, pero ese Espíritu que habitaría dentro del hombre también era una parte de la nueva era, con el nuevo orden, que Juan no experimentaría en su capacidad plena. Por esa razón, Jesús dijo que, aun con lo grande que Juan era, aquellos más pequeños en el reino de los cielos serían mayores que él.
Juan fue un hombre que estuvo en el medio, suspendido entre dos dimensiones de tiempo. Su voz fue una voz de preparación, instruía a la gente para entrar en este nuevo orden. Una vez que comenzó el ministerio público de Jesús, el de Juan llegó a su final. Y él lo entendió claramente. Comprendió que a medida que el ministerio de Jesús aumentaba, él debía menguar hasta que, eventualmente, se desvaneciera.
Con el encarcelamiento de Juan, vemos el inicio del ministerio de Jesús. Después que Juan fue encarcelado, Jesús vino a Galilea predicando el evangelio del reino de Dios, diciendo: El tiempo se ha cumplido, y el reino de Dios se ha acercado; arrepentíos, y creed en el evangelio (Marcos 1:14-15). Jesús comenzó a proclamar su mensaje del reino luego de que Juan fue encarcelado. ¡El viejo orden se había terminado, y uno nuevo había comenzado!
DECLARACIÓN DE FE
Estoy operando en el poder del reino para manifestar el nuevo orden en este tiempo, soy parte de la nueva raza que Jesús ha levantado para este tiempo. No me iré de este mundo sin cumplir el propósito de manifestar ese poder que esta dentro de mí. Amén!
ORACIÓN
Muchas gracias mi Señor y Dios por tomarme en cuenta en este glorioso proyecto de levantar una nueva raza para manifestar el cielo en la Tierra. Estoy en tus benditas manos para hacer avanzar el reino en la posición estratégica donde tu me has puesto. Dispongo mi corazón para avanzar como tu me indiques. Amén!
Con amor… Dr. José Félix!