Tema 20: DON DE PROFECÍA CARACTERÍSTICAS
Capítulo 03: DONES DEL ESPÍRITU SANTO
Serie: DONES ESPIRITUALES
Pero el que profetiza habla a los hombres para edificación, exhortación y consolación (1 Corintios 14.3).
“Dios es intencional en todo, incluso en lo que comunica”
PRINCIPIOS
1- PROPÓSITO. ¡El propósito principal es edificar, exhortar y consolar! Aunque no siempre una profecía lleva estos tres componentes, al menos de uno de ellos siempre estará presente en una profecía. ¡La profecía no es una predicación! Tampoco se trata de tener una bolita de cristal tratando de adivinar el futuro. El don de profecía no es el resultado de un estudio diligente, por el contrario, es una articulación espontánea hablada sin premeditación y por inspiración del Espíritu Santo.
- Edificación implica el construir o levantar una casa, en este caso sabemos que es un edificio espiritual. La exhortación se refiere a impartir ánimo en tiempos especiales a una persona estando cerca. Esta palabra nos promueve a salir victoriosos y crecer en la fe.
- La consolación se refiere a impartir fortaleza en tiempos de debilidad. Cuando Dios nos envía una palabra de consolación es porque Él sabe que en nosotros hay deficiencias, carencias, debilidades, donde necesariamente requerimos la gracia de Dios para vencer.
- Toda verdad bíblica tiene una verdad paralela, en este caso, Dios levanta a ministros proféticos para alentar al pueblo a seguir adelante sabiendo que llegaremos a la meta.
2- MAYOR ES EL LOGOS. ¡La profecía no es equivalente con la Palabra de Dios! La Biblia es para todos los hijos de Dios, lleva el conocimiento general del Señor para el hombre. La profecía es para un evento específico para una persona o grupo. No comparamos la importancia de la palabra escrita con la información que nos da el don de profecía. La Biblia es el fundamento, la profecía la enriquece sin contradecirla. El apóstol Pedro dice que la palabra profética más segura es la Palabra de Dios (logos) que alumbra nuestro caminar (2 Pedro 1.19).
3- El don de profecía MUESTRA EL CORAZÓN de Dios para una persona, grupo, Iglesia, en circunstancias o propósitos específicos. Cuando hay una predicción a futuro es porque hay otros dones involucrados con el don de profecía, como es el don de ciencia y el don de sabiduría. Si necesitamos alguna dirección personal, lo mejor es pedirla al Espíritu Santo para que nos hable de una manera íntima. Cuando llega la palabra profética solo confirma lo que Dios ya ha hablado al corazón.
4- DIOS HABLA. El don de profecía es la herramienta para hablar a los hombres. Dios se comunica con el ser humano de muchas maneras. En Hechos 11.28-30, vemos al profeta Agabo articulando una profecía predictiva. Habría hambre en la toda la tierra habitada. El propósito de Dios era que los hermanos se prepararan para el tiempo de su cumplimiento. Regularmente la profecía siempre estará alineada a los tiempos, zonas geográficas, al entorno donde esta referida la palabra recibida.
5- ES LA VOZ DE DIOS. La profecía no requiere de interpretación, pues es la misma voz de Dios. El don de lenguas necesita interpretación, más no el don de profecía. ¿Por qué? ¡Porque es Dios hablando! La profecía unida con el don de ciencia y de sabiduría, es una herramienta poderosa para ministrar al corazón del incrédulo. Para hacerlo, necesitamos ser sabios y entendidos para no causar una situación donde se afecte el corazón en lugar de ganarlo para Cristo.
6- TODO EN ORDEN. La profecía NO es una articulación sin control. No necesitamos entrar en un “trance” para soltar una articulación profética, no es asunto carismático, no es necesario cambiar el tono de voz, ni hacer expresiones físicas “raras” ¡La profecía no es una articulación sin control! El ministro profético no está haciendo ni diciendo algo que sea contra su voluntad. El don de profecía está sujeto al profeta. Es él quien habla en lugar de Dios; el profeta está en control de la articulación o de lo que va a decir en todo tiempo.
7- DEBE SER JUZGADA. La profecía es juzgada, el que profetiza también. Ya que el que profetiza es responsable de la información que suelta, tanto como el que profetiza, como la profecía debe ser analizada y juzgada para verificar que todo proviene de Dios. Si la persona que profetiza no está en las condiciones espirituales para hacerlo, seguramente la profecía saldrá contaminada. ¡Debemos juzgar la profecía pero no menospreciarla! (1 Tesalonicenses 5.20).
APLICACIÓN
¡Debemos profetizar según la medida de nuestra fe! Debemos profetizar de acuerdo con la fe que tenemos. El Espíritu Santo puede obrar a través del creyente sólo de acuerdo con la fe que haya en el corazón. El profetizar sin fe equivale a proclamar palabras humanas. Por ello es muy importante que el creyente, conozca la Palabra de Dios, y que sea lleno del Espíritu. Somos muchos miembros en el cuerpo y complementos los unos con los otros. Lo que no tiene un miembro lo tendrá otro, por lo cual no debemos usurpar posiciones ni comisiones. Podemos profetizar todos, en orden y cuidando de tener un ambiente apropiado para que todos seamos edificados.
DECLARACIÓN DE FE
El poder del Espíritu de Dios está sobre mí, me ha ungido con aceite fresco para activar el don de profecía en mí, ahora soy la voz de Dios, puedo escuchar el cielo para hablar en la tierra. Seré humilde para ser enseñado, prudente para operar el don y diligente para entregar buenos frutos.
ORACIÓN
Amado Padre celestial, muchas gracias por darme la oportunidad de operar el don de profecía de la manera correcta, estoy anhelante de ser un instrumento en tus manos y bendecir a muchas personas por medio de este poderoso don espiritual. Por favor ayúdame a madurar y crecer cada día más y dar frutos excelentes que glorifiquen tu bendito nombre. Amén!
Con amor… Dr. José Félix!!