Devocional: Unción – Tema 20: SOÑAR, EL LENGUAJE DE DIOS – Dr. José Félix C.

Tema 20: SOÑAR, EL LENGUAJE DE DIOS Capítulo 08: BENDECIDOS Serie: UNCIÓN Salió, pues, Jacob de Beerseba, y fue a Harán. Y llegó a un cierto lugar, y durmió allí, porque ya el sol se había puesto; y tomó de las piedras de aquel paraje y puso a su cabecera, y se acostó en aquel lugar. Y soñó: y he aquí una escalera que estaba apoyada en tierra, y su extremo tocaba en el cielo; y he aquí ángeles de Dios que subían y descendían por ella (Génesis 28.10–12). PRINCIPIOS 1- Según el diccionario, soñar se entiende como imaginar cosas o sucesos que se perciben como reales mientras se duerme. Imaginar, generalmente con placer, una cosa que es improbable que suceda, que difiere notablemente de la realidad existente o que solo existe en la mente, pero que pese a ello se persigue o se anhela. La promesa del Señor es que cuando viniera el Espíritu los jóvenes verían visiones y los ancianos soñarían sueños. Los sueños son el lenguaje de Dios, regularmente se comunica con el hombre a través del poder de soñar, pone sueños en nuestro corazón con el propósito de comunicarnos su voluntad y sus planes para nuestra vida. 2- Consideramos los sueños como propósitos de Dios a nuestra vida. El Señor dio sueños a Abraham cuando le mostró las estrellas y le dijo: así será tu descendencia. Desde ese momento cada vez que veía las estrellas en las noches, soñaba con una multitud como descendencia.Es por esto que consideramos que los sueños son el lenguaje de Dios para plantar en nuestra mente sus deseos, metas, propósitos, que además son los diseños que el Padre dispone para nuestra vida. Y él les dijo: Oíd ahora mis palabras. Cuando haya entre vosotros profeta de Jehová, le apareceré en visión, en sueños hablaré con él (Números 12.6). 3- Una visión es la revelación de a dónde Dios te quiere llevar, y el sueño es el anhelo de alcanzarla. Los sueños son los pensamientos o deseos de Dios. Nada más poderoso en el universo que el poder de un deseo. ¡Soñar es desear! Soñar en grande es desear en grande. Soñar apasionadamente es desear apasionadamente. Dios dice: Porque yo sé los pensamientos que tengo acerca de vosotros, dice Jehová, pensamientos de paz, y no de mal, para daros el fin que esperáis (Jeremías 29.11). Dios injerta sus deseos en nuestro corazón y lo demás lo ponemos nosotros. Por eso tratamos en esta semana “soñando y construyendo”. No solo soñamos con aquello que parece inaccesible, imposible, inalcanzable, pero enseguida creemos que Dios nos puede hacer cumplir nuestro sueño con su poder. 4- Lo más difícil para el ser humano es llegar a soñar con algo que está fuera de su alcance, porque siempre vendrá la pregunta: ¿Podrá esto hacerse realidad? Para esto es importante clamar por la fe de Dios opere en nosotros y todo limite que haya en nuestra mente y poder visualizar en grande. Es importante entender que los sueños son parte del lenguaje de Dios y que él siempre quiere lo mejor para nuestra vida. Nunca permitirá que tu engendres un sueño para que luego quedes en vergüenza, sino al contrario, el Señor te quiere honrar y quiere que tu vida sea un ejemplo para otros. APLICACIÓN Pensemos en los sueños tomando la experiencia de los soñadores de la Biblia: – Abraham fue llamado por Dios a conquistar un gran sueño, para hacerlo era necesario dejar todo y a seguirle. Dios hace lo mismo con nosotros, injerta sus sueños y espera que dejemos todo para seguirlo y conquistarlo. – Abraham creyó lo que Dios dijo, y por supuesto que también nosotros deberíamos hacerlo. Soñar no es suficiente, es creer que podemos conquistarlo con la ayuda de Dios. – Jacob, solitario y temeroso, vio el camino al cielo, creyendo que el sueño se podría cumplir hizo pacto con Dios, teniendo seguridad que todo se cumpliría en el tiempo correcto. – José, vendido por su familia y enviado a una tierra extraña, descubrió que todas las cosas ayudan para bien, sus sueños se cumplirían de una manera extraordinaria en el tiempo dispuesto con Dios. DECLARACIÓN DE FE Estoy dispuesto a pagar el costo de inversión necesario para ver mis promesas cumplidas. Amén. OREMOS En este día tengo la convicción que los sueños son el lenguaje de mi Padre, por eso en este día estoy clamando con todo mi corazón para sintonizarme con el Espíritu Santo, y recibir del cielo los propósitos que mi Señor tiene para mi de una manera puntual y gloriosa. Estoy dispuesto a entregar mis sueños por los de Dios, decido por mi propia voluntad seguir a mi Señor de una manera total y completa. Amen!!

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