UNA VOZ AUDIBLE VINO DEL CIELO

¡Dios sigue hablando! Padre, glorifica tu nombre. Entonces vino una voz del cielo: Lo he glorificado, y lo glorificaré otra vez. Y la multitud que estaba allí, y había oído la voz, decía que había sido un trueno. Otros decían: Un ángel le ha hablado (Juan 12:28- 29). UNA VOZ AUDIBLE VINO DEL CIELO Jesús anuncia su muerte: Ahora está turbada mi alma; ¿y qué diré? ¿Padre, sálvame de esta hora? Mas para esto he llegado a esta hora (Ver. 27). Ni sus discípulos, ni otras personas que rodean a Jesús, para este instante, creían en él! Jesús habla a la gente y al Padre en la misma frase, a la gente le dice que su alma esta afligida, al Padre le pide una demostración de su poder. La respuesta de la gente es inmediata, reconocen aquella voz que bajó del cielo ha sido de manera sobrenatural, incluso lo atribuyen a un ángel. Por parte del Padre, la respuesta es: Lo he glorificado, y lo glorificaré otra vez (Ver. 28). El Padre esta asegurando que el poder YA había sido demostrado, pero lo seguiría haciendo. ¡A pesar de la incredulidad de la gente! DIOS INTENCIONAL La gente reconoció que había oído algo, pero nadie supo lo que era. No solamente fallaron al no darse cuenta de que fue la voz de Dios sino que nunca se les ocurrió que este acontecimiento poco común tuviera algún significado para sus vidas. ¡Dios es intencional en todo lo que hace! Jesús respondió a su incredulidad al decir: No ha venido esta voz por causa mía, sino por causa de vosotros (Ver. 30). La realidad es que el propósito de la voz de Dios eran las personas más que el mismo Jesús. En su misericordia, Dios habló para proveer una salida del estilo de vida de incredulidad de los presentes, pero la dureza de corazón bloqueó la percepción de lo que se dijo, de quién era el que hablaba, para no permitir percibir la cercanía del Dios que restaura al ser humano. CORAZÓN DURO, MENTE CERRADA La gente no entendió, y todo por causa de su predisposición hacia la incredulidad: Pero a pesar de que había hecho tantas señales delante de ellos, no creían en él (Ver. 37). El corazón duro e incrédulo provoca una mente cerrada, no hay entendimiento de las BUENAS INTENCIONES de Dios para el ser humano. Algunos pensaron que había sido un trueno, un acto impersonal de la naturaleza; y otros, que fue la voz de un ángel, algo espiritual pero que no era precisamente para ellos. ¡El corazón con hambre espiritual el que oye mejor! Delante de ellos estaba el regalo más hermoso que nuestro Creador nos ha dado, él mismo en la tierra para ser restaurados. Jesús reconoce que “algo” más está sucediendo en el ambiente espiritual, por esto declara: Ahora es el juicio de este mundo; ahora el príncipe de este mundo será echado fuera (Ver. 31). ¡La mano del diablo también estaba provocando esa incredulidad! LA HERMOSA RESPUESTA DE NUESTRO PADRE En su infinita misericordia, Jesús anuncia la ruta de acceso para cumplir con su misión: Y yo, si fuere levantado de la tierra, a todos atraeré a mí mismo (Ver. 32). La única forma de abrir los oídos del mundo sería: DESTRUYENDO LA MUERTE. Así que, por cuanto los hijos participaron de carne y sangre, él también participó de lo mismo, para destruir por medio de la muerte al que tenía el imperio de la muerte, esto es, al diablo (Hebreos 2.14). ¿Cómo sería esto? ¡Subiendo a la cruz! Jesús destruiría la muerte al morir y resucitar, dando por sentado que la muerte no tiene potestad sobre él. El apóstol Pablo lo ve de esta manera: En los cuales el dios de este siglo cegó el entendimiento de los incrédulos, para que no les resplandezca la luz del evangelio de la gloria de Cristo, el cual es la imagen de Dios (2Corintios 4.4). ¡El diablo sigue cegando el entendimiento de los incrédulos! Dios sigue hablando, pero la dureza del corazón y la operación del enemigo, sigue cerrando los oídos para que su voz no sea escuchada. DIOS VUELVE HABLAR, ¿LO ESCUCHAREMOS? Rara vez se dan cuenta quienes viven en tal trampa religiosa que una mentalidad de incredulidad es completamente incapaz de VER a Jesús en todo su poder y su gloria. Para mí es preocupante que tantos cristianos cierren sus oídos a la voz De Dios, y más asombroso es que, cuando los milagros ocurren ante sus propios ojos, su corazón se endurece para no darle la gloria como nuestro Dios todopoderoso que nos ama. Soy consciente que existen charlatanes, seudo profetas que dicen “así dice el Señor”, y Dios no ha hablado. Sin embargo, la VOZ DE DIOS se dejará escuchar una vez más para hacer crecer nuestra fe, lo hará de muchas maneras, no tendremos excusas, nuestro desafío es prepararnos para escucharle y recordar que tenemos autoridad para echar fuera todo espíritu que ciega el entendimiento. ¿Estamos listos? Con amor… Equipo de #compañiaprofeticaNR

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