Tema 18: POTENCIA DE DIOS I Capítulo 5 I Serie: YARESH

Tema 18: POTENCIA DE DIOS

Capítulo 05: PODER ACTIVO DE DIOS

Serie: YARESH

Porque no osaría hablar sino de lo que Cristo ha hecho por medio de mí para la obediencia de los gentiles, con la palabra y con las obras, con potencia de señales y prodigios, en el poder del Espíritu de Dios (Romanos 15.18-19).

PRINCIPIOS 1- Frecuentemente confundimos potencia con unción y es sano tener claro la diferencia. Unción es la presencia de Dios en nuestra vida, mientras que potencia es la intensidad del poder que opera a través de nosotros. Para lo cual también trabajo, luchando según la potencia de él, la cual actúa poderosamente en mí (Colosenses 1.29).

2- Se usa el griego dúnamis para potencia, que se usa también en Hechos 3.8, “recibiréis poder”. ¡Dúnamis la fuerza que actúa en nosotros! Lo podemos comparar con la potencia de un auto. Todos tienen cuatro llantas y un motor, pero la potencia es diferente y se nota en que tan fuerte corre en una carretera.

3- Hablar de potencia es entender que tenemos habilidades, capacidades, que nos hacen ser más o menos productivos. Depende de la potencia los frutos que daremos en el reino de Dios. La intensidad de un foco conectado a la corriente eléctrica es diferente aunque la corriente sea la misma.

4- La verdad es que no podemos luchar en esta vida sin la potencia divina en nosotros. Ese poder que Dios imparte depende de la operación de la fe. Cuando somos atrevidos en creer a Dios, veremos que esa potencia se incrementa para lograr mayores y más grandes resultados. Fortalecidos con todo poder, conforme a la potencia de su gloria, para toda paciencia y longanimidad (Colosenses 1.11).

APLICACIÓN ¿Cómo podemos lograr mayores resultados en nuestro propósito de vida? Mediante el incremento de potencia en nosotros. Ve los frutos en un creyente y te darás cuenta la potencia que esta operando.

DECLARACIÓN DE FE Hoy elijo caminar tomado de la mano de mi Dios, incrementaré mi potencia para dar mejores resultados. Amén.

ORACIÓN Amado Padre celestial, anhelo fervientemente ser útil en tu reino y dar frutos en abundancia. Sé que la unción permanece en mí y soy habitación del Espíritu Santo, entiendo ahora que la potencia depende de mi relación íntima con mi amado Padre y la comisión a la que me ha llamado. Hoy decido buscar una potencia mayor, quiero operar en el poder del reino de mi Padre y ser útil en sus planes para este mundo. Amén.

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