Tema 16: SOMOS SUYOS
Capítulo 01: ESCOGIDOS
Serie: UNCIÓN
Porque tú eres pueblo santo para el SEÑOR tu Dios; el SEÑOR tu Dios te ha escogido para ser pueblo suyo de entre todos los pueblos que están sobre la faz de la tierra (Deuteronomio 7:6)
“Dios nos da oportunidades para ser bendecidos, la obediencia nos garantiza logros poderosos”
PRINCIPIOS
1- Como pueblo escogido, se nos presentan principios necesarios para llevar una vida conforme la voluntad de Dios. Se nos exhorta a no olvidarnos de su obra en la cruz, sino servirle con toda nuestra mente, cuerpo y espíritu. Oye, Israel: Jehová nuestro Dios, Jehová uno es. Y amarás a Jehová tu Dios de todo tu corazón, y de toda tu alma, y con todas tus fuerzas (Deuteronomio 6:4-5; LBLA). Esta es la dirección, si dejamos de ir hacia adelante, si nos detenemos, nos convertimos en blanco fácil para la derrota.
2- Mediante la obra salvadora de Cristo, Dios nos ha libertado de la potestad de las tinieblas, transfiriéndonos milagrosamente al reino de Cristo. Confiar en el Señor siempre implicará realizar acciones, no podemos quedarnos con los brazos cruzados esperando un milagro y más bien debemos actuar. Recuperemos el ánimo, enfoquémonos en su Palabra y veremos la manifestación de su poder a nuestro favor.
3- Como su pueblo, debemos ser leales, la lealtad debe expresarse con la confianza que agradamos a Dios de manera firme. Hasta las personas con más fuerzas y vigor se pueden llegar a fatigar. Solo quienes esperan en Dios pueden tener la seguridad de que tendrán nuevas fuerzas a pesar del cansancio y desgaste. Pero los que esperan en el Señor renovarán sus fuerzas; se remontarán con alas como las águilas, correrán y no se cansarán, caminarán y no se fatigarán (Isaías 40:31; LBLA).
4- Como linaje escogido somos posesión suya, tiene exclusividad con nosotros, le pertenecemos, no podemos entregarnos ha nadie más. ¿O pensáis que la Escritura dice en vano: ¿El celosamente anhela el Espíritu que ha hecho morar en nosotros? (Santiago 4:5; LBLA). Todo aquello que tenemos, y hacemos nos ha sido entregado con un propósito definido, exaltar y levantar el nombre de Cristo. ¡Los frutos que damos glorifican a Dios y nos dignifican como sus hijos!
APLICACIÓN
Dios nos apartó de las cosas de este mundo, somos santos, la santidad del pueblo de Dios se anuncia como un hecho consumado, Jehová tu Dios te ha escogido para serle un pueblo especial (Deuteronomio 7:6). No se nos exhorta a ser santos; senos dice que ya lo somos, apartados para él, escogidos para una obra maravillosa que dignificará nuestra vida cada día.
DECLARACIÓN DE FE
Dios tiene el derecho legal sobre mi vida, soy su pueblo y como tal actúo. Amén.
ORACIÓN
Gracias Padre, por escogerme como tu pueblo, por apartarme para tu gloria. Sé que tengo un propósito, por lo tanto, trabajaré arduamente para dar los frutos que estás esperando de mí en este tiempo, cada día trabajaré con determinación, ayúdame a ser cada día mejor. Amén.
