Devocional: Unción – Tema 20: LA PRESENCIA MANIFIESTA – Dr. José Félix C.

Tema 20: LA PRESENCIA MANIFIESTA

Capítulo 10: MILICIA ESPIRITUAL

Serie: UNCIÓN

Y él dijo: Mi presencia irá contigo, y te daré descanso. Y Moisés respondió: Si tu presencia no ha de ir conmigo, no nos saques de aquí (Éxodo 33.14-15).

PRINCIPIOS

 1- Al hablar de la presencia de Dios, estamos tratando con la plenitud de su gloria. La nube y la columna de fuego en el desierto, el viento recio que dividió el mar en dos para que el pueblo pasare en seco hacia la tierra prometida, sU plenitud manifestada en el monte donde se escucharon truenos y relámpagos, el poder al derrotar a los enemigos de los hijos de Israel, la gloria visible y tangible en el Hijo de Dios, Jesucristo. 

2- Es de esta presencia que estamos hablando, la gloria de Dios manifestada en plenitud, la presencia, la esencia total del Dios omnipotente, la presencia de la Trinidad en medio de nosotros. Nuestros padres Adán y Eva vivían en la presencia de Dios. El mismo Dios del huerto del Edén es el mismo Dios de hoy. Esto quiere decir que ellos podían experimentar la presencia de Dios sobre sus vidas de manera continúa, todos los días, Dios bajaba al huerto del Edén para hablar con sus hijos. La Trinidad misma, Padre, Hijo y Espíritu Santo, teniendo un contacto directo con Adán y Eva. 

3- Este es un diálogo muy poderoso de Dios con Moisés: Y él dijo: Mi presencia irá contigo, y te daré descanso. Y Moisés respondió: Si tu presencia no ha de ir conmigo, no nos saques de aquí (Éxodo 33.14-15). Moisés conocía la presencia de Dios, seguramente recordaba la experiencia de la zarza, de cada milagro en Egipto y en el desierto. Moisés experimentó la presencia de Dios en muchos momentos de su vida, sabía lo que era estar en SU PRESENCIA. Algo muy importante que observamos en esta historia es que Moisés sabía apreciar la intimidad con su Creador, tanto que prefería continuar de vagabundo en el desierto con Dios, que salir de ahí sin su presencia. 

4- Felipe tiene un diálogo con Jesús donde le pide que le muestre al Padre como condición para creer en él. Jesús le contesta: ¿Tanto tiempo hace que estoy con vosotros, y no me has conocido, Felipe? El que me ha visto a mí, ha visto al Padre; ¿cómo, pues, dices tú: Muéstranos el Padre? (Juan 14:8.9). ¿Qué estaba pidiendo Felipe? ¡Conocer la plenitud, la esencia del Padre! ¡Jesús le dijo, yo soy la plenitud del Padre en la tierra! 

APLICACIÓN 

Cuando la presencia de Dios es manifestado se hace visible y tangible, lo espiritual se materializa en algo que podemos ver y tocar. Al estar en la plenitud de la presencia de Dios, el rostro de Moisés resplandeció de tal manera que le tuvieron miedo de acercase a él. La gloria de Dios es manifestada en el rostro de Moisés en un resplandor que causó miedo en el pueblo. En Hechos 4.13-14 dice que los religiosos reconocían que Pedro y Juan habían estado con Jesús. La presencia no puede pasar desapercibida de aquellos que han estado con la plenitud de nuestro Creador. 

DECLARACIÓN DE FE 

Tomo el desafío de ser un instrumento de la gloria de Dios en todo tiempo. Amén. 

ORACIÓN 

Amado Dios y Padre maravilloso, que experiencia tan grande y poderosa es convertirme en un portador de tu gloria. Hoy mismo decido morir totalmente a mis deseos, quiero luchar para permanecer conectado permanentemente a la plenitud de Cristo, por favor ayúdame a destruir toda intervención diabólica por medio de la autoridad que me has dado sobre las fuerzas del mal. Amén.

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