Devocional: Unción – Tema 18: INVERSIÓN – Dr. José Félix C.

Tema 18: INVERSIÓN Capítulo 08: BENDECIDOS Serie: UNCIÓN Además de esto, por cuanto tengo mi afecto en la casa de mi Dios, yo guardo en mi tesoro particular oro y plata que, además de todas las cosas que he preparado para la casa del santuario, he dado para la casa de mi Dios: tres mil talentos de oro, de oro de Ofir, y siete mil talentos de plata refinada para cubrir las paredes de las casas; oro, pues, para las cosas de oro, y plata para las cosas de plata, y para toda la obra de las manos de los artífices. ¿Y quién quiere hacer hoy ofrenda voluntaria a Jehová? (1 Crónicas 29.3–5). PRINCIPIOS 1- Invertir es una de las columnas importantes para asegurar que los ciclos de bendición llegarán para quedarse. La Biblia dice que el rey David dio los detalles cuando OFRENDÓ para la construcción del templo. Al margen de un comentario bíblico dice que esto equivalía a 3.28 mil millones de dólares. El pueblo siguió el ejemplo de David y también dio generosamente (Ver. 6). Una enseñanza común en las iglesias es que usted no puede dar más que Dios. La enseñanza de Jesucristo en Lucas 6.38 se toma literalmente: Dad, y se os dará; medida buena, apretada, remecida y rebosando darán en vuestro regazo; porque con la misma medida con que medís, os volverán a medir. 2- El apóstol Pablo escribe algo que debería sorprendernos en relación a invertir en el Reino. Por tanto, nadie os juzgue en comida o en bebida, o en cuanto a días de fiesta, luna nueva o días de reposo (Colosenses 2.16). Cuando habla de ”luna nueva” se refiere a que los judíos dedicaban un tiempo de “fiesta” para dar la primicia a Dios en la “luna nueva”, recordemos que los hebreos contaban los meses con las “lunas nuevas”. Cuando la luna llena aparecía es que era el inicio de un nuevo mes, lo primero que hacían era entregar lo mejor del mes para Dios, invirtiendo el tiempo, la adoración, comida, dinero. Con esto estaban demostrando la confianza que tenían que al entregar la “primicia” del mes a Dios, él se encargaría de suplir todo lo necesario durante los siguientes días del mes. 3- El apóstol Pablo le aconseja a sus discípulo de Colosas: Andad sabiamente para con los de afuera, redimiendo el tiempo (Colosenses 4.5). La buena administración del tiempo nos permite aportar de una manera generosa al reino de Dios nuestros talentos, habilidades, dones espirituales, de tal manera que la inversión puede ser tan importante como dar finanzas y bienes materiales. ¿Cuánto cuesta en dinero un minuto de nuestro tiempo? Es posible que no le podamos poner un precio en dinero, pero puede ser muy valioso cuando lo entregamos envuelto en el regalo de nuestras habilidades. 4- ¿En qué estamos invirtiendo nuestras vidas? ¿En cosas que solo dan beneficio para nosotros aquí en la tierra? ¿Estamos haciendo tesoros en el cielo por medio de ayudar a los demás? No os hagáis tesoros en la tierra, donde la polilla y el orín corrompen, y donde ladrones minan y hurtan; sino haceos tesoros en el cielo, donde ni la polilla ni el orín corrompen, y donde ladrones no minan ni hurtan (Mateo 6.19-20). Esta inversión en el reino no solo tiene que ver con los que nos rodean, pensamos en nuestra propia formación y equipamiento. APLICACIÓN Estamos parados en el mejor tiempo de nuestra historia y tal vez no nos hemos dado cuenta. Los réditos del cielo están al máximo y podemos obtener grandes dividendos. El mejor de ellos será que Dios nos tenga la confianza para ayudarnos a darle la vuelta a la página y entrar en los mejores tiempos que jamás nos hayamos imaginado. ¡Todo llegará! DECLARACIÓN DE FE Elijo invertir todo lo necesario para ver a Dios obrar poderosamente sobre mi vida. Amén. OREMOS Maravilloso y precioso Padre de gloria, que emoción ver tu mano poderosa a mi favor. Voy a invertir todo lo que sea necesario para ver mis nuevos ciclos de bendición. Tomaré responsabilidades claras en mi congregación para ayudar y servir incondicionalmente, me comprometo hoy mismo a dejar la pereza y trabajar fuertemente en obediencia a mi llamado para ganar la confianza de mi Dios y ver tu mano poderosa a mi favor. ¡Amén!