Devocional: Unción – Tema 07: BENDICIONES ILIMITADAS – Dr. José Félix C.

Tema 07: BENDICIONES ILIMITADASCapítulo 08: BENDECIDOS Serie: UNCIÓN Por el Dios de tu padre, el cual te ayudará, por el Dios Omnipotente, el cual te bendecirá con bendiciones de los cielos de arriba, con bendiciones del abismo que está abajo, con bendiciones de los pechos y del vientre. Las bendiciones de tu padre fueron mayores que las bendiciones de mis progenitores; Hasta el término de los collados eternos serán sobre la cabeza de José, y sobre la frente del que fue apartado de entre sus hermanos (Génesis 49.25–26). PRINCIPIOS1- ¡Las bendiciones de Dios no tienen límite! Y llamó Jacob a sus hijos, y dijo: Juntaos, y os declararé lo que os ha de acontecer en los días venideros. Juntaos y oíd, hijos de Jacob, y escuchad a vuestro padre Israel (Génesis 49.1–2). En las siguientes líneas vemos la bendición de Dios sobre cada uno de los doce hijos, que vendrían a ser los patriarcas de la gran nación de Israel. A José le declara que las bendiciones para él y sus generaciones serían ilimitadas: Te bendecirá con bendiciones de los cielos de arriba Bendiciones del abismo que está abajoBendiciones de los pechos y del vientre Hasta el término de los collados eternos serán sobre la cabeza de José 2- En Adán perdemos la capacidad de producir abundantemente, pero en Cristo recuperamos toda capacidad creativa: Pues si por la transgresión de uno solo reinó la muerte, mucho más reinarán en vida por uno solo, Jesucristo, los que reciben la abundancia de la gracia y del don de la justicia (Romanos 5.17). ¿Cómo reinaremos en vida? ¡Con abundancia de gracia! ¡Con el don de justicia! 3- El apóstol Pablo promete a sus discípulos de Roma: Y sé que cuando vaya a vosotros, llegaré con abundancia de la bendición del evangelio de Cristo (Romanos 15.29). Es una promesa impresionante, el evangelio de Cristo tiene abundancia de bendición para nosotros. El plan de Dios es que no tengamos techo, no hay topes, no hay límites, nuestra entrada a la abundancia tiene que ver con actitud, decisión, soñar y construir un futuro glorioso por medio de las instrucciones que el Padre nos deja por medio de su evangelio. 4- El apóstol Pablo escribe a su hijo Timoteo animándole a depositar una fe activa en el Dios vivo, que nos da todas las cosas en abundancia para que las disfrutemos (1Timoteo 6.17). Notemos nuevamente que Pablo espera que tengamos abundancia de todas las cosas con el propósito de que las disfrutemos. ¡Qué esperanza gloriosa! Los límites no los pone Dios sino nosotros mismos, educar nuestra mente es todo un desafío, ver cómo Dios ve, actuar con determinación, fuerza, tomando los riesgos necesarios e invirtiendo lo que se necesite para quitar los topes que puedan detener la abundancia de bendición de cielo para nosotros. 5- Entender los conceptos de bendición abundante no es sencillo, debemos ser hacedores y no solo oidores de la Palabra, convertirnos en seguidores genuinos de Cristo. Ciertamente cada bendición de Dios está condicionada a nuestra vida, algunas dependen de la fe que tenemos, otras, a la intensidad de nuestra oración, o en la confianza que tenemos en que cumpla sus promesas. APLICACIÓNRenovar nuestra mente es abandonar los pensamientos arcaicos, estructuras mentales de pobreza, destruir pensamientos injustos, y abrir camino a los pensamientos que imparte el Espíritu, tener una mente alineada a Dios, pensar con justicia y seguir fielmente las instrucciones de Dios. La recomendación del apóstol a los discípulos de Colosas es que la palabra de Cristo more en abundancia en vosotros (Colosenses 3.16). DECLARACIÓN DE FE Tengo bendiciones ilimitadas, me esforzaré para alinearme a Dios a cada instante. Amén. OREMOSDios maravilloso y Padre eterno, estoy muy agradecido de ser tomado en cuenta para tener abundancia en esta vida. Ayúdame a creer, a estirar mi fe a niveles mayores, se que solo no podré lograr llegar a la medida de fe que necesito para lograr atrapar las bendiciones abundantes que tienes para mi, me voy a esforzar a que la palabra de Cristo more en mí con abundancia. Amén!