Tema 30: DESPUES DE ESTO
Capítulo 01: SIN LIMITES
Serie: UNCIÓN
Y sucederá que después de esto, derramaré mi Espíritu sobre toda carne; y vuestros hijos y vuestras hijas profetizarán, vuestros ancianos soñarán sueños, vuestros jóvenes verán visiones (Joel 2:28; LBA).
“Cada día es una nueva oportunidad para ver la gloria de Dios”
PRINCIPIOS
1- No es lo mismo un derramamiento del Espíritu Santo que vivir con el Espíritu Santo, para mantener la unción sobre nuestras vidas debemos invertir esfuerzo, tiempo, economía. Para que Moisés pudiera obtener el aceite sagrado de la unción tuvo que invertir ingredientes y tiempo de elaboración, su presencia lo vale todo, debemos aprender a dar todo para ver manifestada su presencia. Pacientemente esperé a Jehová, Y se inclinó a mí, y oyó mi clamor (Salmos 40:1).
2- Cuando la unción está sobre la vida de alguien, la atmósfera del lugar puede cambiar y convertirse en un ambiente de poder, no de emoción, pero sí de poder. Estamos conscientes de que nuestro cuerpo es templo del Espíritu de Dios y no hay mayor privilegio que ser la morada donde su Espíritu habita. ¿O no sabéis que vuestro cuerpo es templo del Espíritu Santo, que está en vosotros, el cual tenéis de Dios, y que no sois vuestros? (1Corintios 6:19; LBLA).
3- Las promesa del derramamiento del Espíritu Santo es un acto voluntario que se realiza creyendo que Dios no es hombre para que mienta. Estos nos desafían a que aumente nuestra fe y nos hacen confiar en que llegaremos a tener lo que Dios nos ha prometido. Las promesas de fe son el resultado de la convicción de que Dios escucha a sus hijos y la esperanza que seremos provisto de todo lo necesario. Mi Dios, pues, suplirá todo lo que os falta conforme a sus riquezas en gloria en Cristo Jesús (Filipenses 4.19).
4- Un don espiritual es la habilidad sobrenatural dada por Cristo al creyente por medio del Espíritu Santo para el servicio del cuerpo de Cristo. Somos suministrados por el poder de Dios para mostrar favor al mundo de manera incondicional. Somos la expresión de Dios para este mundo, debemos reconocer que Dios nos ha dado la capacidad de ser una posibilidad para otro después que somos llenos de su Espíritu.
APLICACIÓN
El Espíritu nos equipa con dones, nos hacen únicos en el reino de Dios, por consiguiente, somos establecidos para ser bendición, nuestro destino es manifestar la gloria de Dios. A cada uno de nosotros se nos da un don espiritual para que nos ayudemos mutuamente (1Corintios 12:7; NTV).
DECLARACIÓN DE FE
Soy el templo de la gloria de Dios, soy fructífero y la vida de Dios está en mí. Amén.
ORACIÓN
Señor Jesús, gracias por cada promesa en mi vida, y cumplir cada una de ellas, hasta este momento he experimentado tu gloria y no quiero conformarme, quiero que sea una realidad todos los días. Amén.