COMPETENTES

Tema 18:  COMPETENTES

Capítulo 01: ESCOGIDOS

Serie: UNCIÓN

Y cuando estaban sepultando a un hombre, he aquí, vieron una banda de merodeadores y arrojaron al hombre en la tumba de Eliseo. Y cuando el hombre cayó y tocó los huesos de Eliseo, revivió, y se puso en pie (2Reyes 13:21; LBLA).

“Todos los que sirvieron a Dios en el Antiguo Testamento tenían que ser ungidos para ser competentes en su llamado”

PRINCIPIOS

1- Ser competentes no es una mera habilidad natural, un profesionalismo, un show externo, una oratoria espectacular, ni una formación académica. Tampoco, es un reconocimiento de una organización, no es el resultado de una buena educación. Ninguna de estas cosas trae la competencia del Espíritu en nosotros. El Espíritu de verdad, a quien el mundo no puede recibir, porque ni le ve ni le conoce, pero vosotros sí le conocéis porque mora con vosotros y estará en vosotros (Juan 14:17; LBLA). ¡El Espíritu en nosotros nos hace competentes!

2- Las competencias vienen con la unción que nos separa para Dios, esto proviene de Dios y fluye en un corazón quebrantado y humilde delante del Señor. Porque así dice el Alto y Sublime que vive para siempre, cuyo nombre es Santo: Habito en lo alto y santo, y también con el contrito y humilde de espíritu (Isaías 57:15; LBLA). Cuando el Espíritu Santo nos imparte y nos cubre, nos arropa con sus virtudes. ¡Esto es la gloria!

3- En las Escrituras es muy común llamarle al Espíritu de Dios por el nombre del profeta, – el espíritu de Moisés o el espíritu de Elías – como una distinción personal. El espíritu de Moisés sería puesto sobre los ancianos de Israel. Entonces descenderé y hablaré contigo allí, y tomaré del espíritu que está sobre ti y lo pondré sobre ellos (Números 11:17). El Espíritu Santo desciendo sobre nosotros para hacernos competentes en la tarea a la que Dios nos ha comisionado.

4- Los aceites, ungüentos y óleos eran derramados sobre los sacerdotes y reyes de una manera simbólica, señalando que el Espíritu de Dios los estaba apartando para la comisión asignada. Dios usa la Unción interna para enseñarnos todas las cosas. Pero la unción que vosotros recibisteis de él permanece en vosotros, y no tenéis necesidad de que nadie os enseñe; así como la unción misma os enseña todas las cosas (1Juan 2.27).

APLICACIÓN

La unción que Dios ha depositado en nosotros nos ayuda a desarrollar el carácter de Cristo. La presencia de Dios derramada en nuestras vidas nos capacita para llevar fruto. Mas el fruto del Espíritu es amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fe, mansedumbre, templanza; contra tales cosas no hay ley (Gálatas 5:22-23). ¡Tenemos el carácter de Jesús por el Espíritu Santo!

DECLARACIÓN DE FE

Soy ungido con aceite fresco y su presencia me acompaña siempre. Amén.

ORACIÓN

Espíritu Santo, te pido que nunca te apartes de mi, que todo lo que haga quede sellado por tu presencia, como Eliseo quiero recibir esa unción que llegue hasta mis huesos. Amén.

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